La empresa biotecnológica ha mostrado en diferentes sesiones celebradas en el marco de la Cumbre del Clima COP25, que ha tenido lugar en Madrid del 2 al 13 de diciembre, cómo las microalgas pueden contribuir a dar respuesta al gran desafío medioambiental al que se enfrenta la sociedad y a la reducción de la emisión de un gas de efecto invernadero, como lo es el CO2, principal nutriente de estos microrganismos.
AlgaEnergy ha contado con un espacio destacado en dos encuentros organizados durante la celebración de la COP25.
Por un lado, Augusto Rodríguez-Villa, presidente de AlgaEnergy, fue invitado a participar en la sesión “La biotecnología frente al cambio climático: Una sociedad más protegida, mejor alimentada y más sostenible”, organizada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y la Asociación Española de Bioempresas (AseBio) el viernes 6, en la denominada Zona Verde de la COP.
Por otro lado, María Segura, subdirectora general y directora técnica de la compañía, participó en una jornada que, bajo el título “Las bioempresas ante la emergencia climática”, tuvo lugar el viernes 13 en el espacio impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica ‘Castellana Verde’. Esta cita, organizada asimismo por AseBio, tuvo lugar en el Auditorio del ICEX y fue inaugurada por María Paz Ramos, directora general de Comercio Internacional e Inversiones del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
En ambas sesiones quedó latente cómo las microalgas pueden jugar un papel fundamental para dar respuesta a los tres grandes desafíos a los que se enfrenta nuestra sociedad: el alimentario, el energético y el medioambiental.
Según AlgaEnergy, las microalgas son el sistema de biofijación de CO2 más eficiente del planeta y fuente de alimentos de gran calidad y, de hecho, han sido catalogadas por la ONU como el ‘alimento del milenio’.
Estos microorganismos pueden contribuir de manera decisiva a la seguridad alimentaria, pues ya existen productos a base de microalgas que están jugando un papel clave en el aumento de los rendimientos productivos en la agricultura y en la calidad de los cultivos -sector para el que AlgaEnergy ha desarrollado y comercializa una gama de bioestimulantes agrícolas de gran eficacia, a base de esos microorganismos, en cuyo cultivo se ha utilizado CO2 procedente de otras industrias, que de otra forma se hubiera emitido a la atmósfera-.
Este bioestimulante ya ha recibido el prestigioso sello ‘Solar Impulse – Efficient Solutions’, que identifica y distingue las 1.000 soluciones del mundo que contribuyen a proteger el medio ambiente, además de proporcionar una rentabilidad económica a los agentes involucrados. La iniciativa, promovida por Bertrand Piccard, personaje público, presidente de distintas fundaciones y embajador de Buena Voluntad de las Naciones Unidas, cuenta con amplio apoyo institucional, y fue oficialmente lanzada durante la Convención Marco de las Naciones Unidas Sobre el Cambio Climático en Polonia, el año pasado (COP24).
Hasta la fecha, tan solo 309 soluciones en todo el mundo han sido merecedoras del citado sello, pues el proceso de evaluación incluye un análisis riguroso para validar el carácter sostenible y rentable de cada solución, en el que participan diversos expertos con acreditada experiencia en el sector correspondiente.
Augusto Rodríguez-Villa, presidente de AlgaEnergy, ha señalado que “la participación de nuestra compañía en la COP25 ha sido un verdadero placer, no solo por poder demostrar la contribución de las microalgas como respuesta a los retos a los que nuestra sociedad debe hacer frente, sino también porque nos permite ser un actor principal y activo en la lucha contra el cambio climático”. Rodríguez-Villa ha añadido que “no en vano, a través de su actividad, AlgaEnergy contribuye de forma directa a cumplir nada menos que 11 de los 17 ODS de la ONU”.