La planta de stevia, originaria de Paraguay y de un clima tropical, se ha instalado en Jaén para quedarse. Manuel Justiniano, ingeniero agrónomo y técnico de campo en la empresa Stevia del Condado, se ha encargado, junto a un equipo de profesionales, de adaptar este cultivo a la zona de la Vega del Guadalquivir que linda con el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas.
La producción de Stevia para esta compañía, ubicada en Santisteban del Puerto, ha sido un gran descubrimiento. “En 2013 un grupo de jóvenes especialistas en cultivo ecológico, y en plantas arbustivas y herbáceas, buscábamos un proyecto agrícola que aunara salud y diseño, y que fuese apto para el consumo por parte de personas que no podían tomar azúcar por temas de salud. De esta forma decidimos probar el cultivo de la stevia”, explica Juan Antonio Requena, director general de la empresa Industria Agroalimentaria del Condado de Jaén, de la que forma parte la marca Stevia del Condado.
Este tipo de producto es muy distinto al que se planta habitualmente en la zona. “Descubrimos que los elementos naturales de nuestras parcelas eran especialmente favorables para su cultivo, como, por ejemplo, el agua proveniente del deshielo del propio Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Además, comprobamos la resistencia de la planta ante las heladas invernales características de nuestro clima”, destaca el director general, subrayando que gracias a la selección natural y aparte de aplicar técnicas agronómicas concretas, hoy disponen de una semilla totalmente adaptada al clima mediterráneo continental.
Requisitos del cultivo de stevia
Manuel Justiniano se encarga íntegramente de la parte agronómica en la compañía, además de ser socio y cofundador. Su dedicación al mundo agrícola viene heredada, ya que desde hace muchos años también se ocupa de las fincas familiares. Gracias a su conocimiento técnico y el trabajo en la empresa ha elaborado un manual básico sobre los requisitos del cultivo de stevia en régimen ecológico y las mejores técnicas aplicables.
En este sentido, Justiniano explica que la planta de la stevia necesita un suelo con buena capacidad de drenaje, sin tendencia excesiva al encharcamiento en época de lluvias, con buen nivel de materia orgánica (igual o superior al 2,5%) y se deben evitar las zonas de umbría. La composición de este debe ser franco-arenoso/arcilloso, y sin mucha pendiente, ya que tiene que permitir la mecanización de la plantación.
En cuanto a las necesidades de recursos hídricos, no existe la posibilidad de producirla en secano. El sistema que utilizan en Stevia del Condado es el riego localizado por goteo, con el objetivo de reducir lo más posible el consumo de agua. Además, según el ingeniero, para zonas propensas al desarrollo excesivo de malas hierbas usan un plástico de acolchado perforado sobre las líneas de plantación, con el objetivo de disminuir el gasto en mano de obra.
Stevia del Condado cuenta con cinco hectáreas de cultivo de stevia (una en propiedad y cuatro con agricultores colaboradores) con 70.000 plantas por hectárea y de la que obtienen en torno a 2.500 kilos anuales de hoja de stevia seca por hectárea.
En la compañía se utilizan máquinas creadas y destinadas específicamente para este cultivo como la despalilladora de stevia, que limpia la hoja de posibles restos como palos o piedras; el molino y la criba, que trata la hoja antes de su envasado definitivo, y en el caso de que sea requerido, pica la hoja para un formato de infusión en torno a tres milímetros de grosor.
Las posibles incidencias en el cultivo pueden estar causadas por hormigas en plantas pequeñas, la presencia de hongos y el efecto de una helada tardía. En Stevia del Condado, solo usan productos autorizados en producción ecológica.
La climatología es un factor muy influyente en este cultivo, ya que de ello dependerá la fecha de cada corte. Cortar la planta antes de que alcance su máximo potencial de crecimiento no permitirá que se alcance la rentabilidad productiva que se desea, por lo que, generalmente, esperan a que tenga unos tres-cuatro centímetros del suelo y hacen entre dos y tres cortes al año (dependiendo del año en el que esté la plantación). El método utilizado para esta tarea agrícola es el método manual, ya sea con tijeras de poda o con corta setos. “Hemos diseñando un sistema de corte y recolección que ya probamos en la campaña de 2017 y que nos va muy bien”, destaca el ingeniero. Por otro lado, también están trabajando en proyectos sobre la mejora de la stevia desde el punto de vista edulcorante, y otros proyectos relacionados con el cáñamo.
En Stevia del Condado el proceso de secado se realiza en un secadero diseñado específicamente para tal fin. Se trata de un invernadero cerrado con plástico traslúcido y cubierto con malla de sombreo y abierto por los laterales para mejorar la aireación y salida de la humedad (protegiendo los huecos con tela mosquitera para evitar la entrada de insectos y roedores).
Trabajando en el producto
El director general de Industria Agroalimentaria del Condado de Jaén explica que, aparte de producir stevia, su empresa destaca por generar valor añadido en toda la cadena. “No se trata solo de producir, sino de llevar a cabo una integración vertical dotando al producto de certificaciones y reconocimientos que lo diferencien de los demás”, añade.
El destino de la producción de esta compañía es la alimentación BIO, la extracción del edulcorante, la venta nacional y la exportación. Actualmente, exportan a Portugal, Francia, Italia, Reino Unido, Alemania, Polonia y Holanda. “Aproximadamente el 50% de nuestra producción va destinada a este campo. El año pasado exportamos más de 10 toneladas de las 25 que cosechamos”, destaca Juan Antonio.
Salieron al mercado en 2015, y desde entonces han evolucionado en su línea de productos: tés especiales e infusiones aromáticas con Stevia BIO, extracto natural de Stevia y hoja de Stevia BIO. Todo ello integrado en varios formatos. “Nos dirigimos a distribuidores y cadenas de distribución que apuesten por productos innovadores, funcionales y ecológicos”, apunta Juan Antonio, y añade que entre los objetivos a corto, medio y largo plazo de la empresa se encuentran desarrollar la gama de productos más sostenible y respetuosa, implantar un modelo de producción cuya consecuencia sea ofertar los productos de una forma más competitiva, desarrollar una gama relacionada con el cáñamo y sus variantes, y tener presencia en gran parte de la geografía europea.