La Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas ha promovido el estudio desarrollado por PwC ‘El futuro del sector agrícola español’, cuyo objetivo es identificar los retos y oportunidades a los que se enfrentará la agricultura española y reflexionar sobre la mejor estrategia a seguir.
La agricultura constituye un sector clave para la economía que debe enfrentarse en los próximos años a importantes desafíos. Se desarrolla en un mercado globalizado y bajo un marco normativo complejo que exigirán aumentar la productividad y competitividad de manera sostenible, respondiendo a las demandas de una sociedad preocupada por el cambio climático y la escasez de recursos naturales.
El futuro del sector agrícola pasa por la construcción de una estrategia que coordine y oriente el esfuerzo y la actuación de los principales agentes e instituciones hacía un mismo objetivo: la sostenibilidad económica, social y medioambiental del sector. Este informe aspira a sentar las bases de un Plan Estratégico para el sector agrícola, en materia de innovación y tecnología.
Con el espíritu de trabajar en línea con el sector agrario y a favor de la tecnología en la agricultura, entre otros objetivos, Adonay Obando, presidente de Aepla, ha declarado que “nuestra intención es lograr comprender junto a los demás actores, la velocidad y transversalidad de la tecnología como el elemento que amalgama todos los esfuerzos del sector agrícola de cara a una estrategia conjunta a futuro”.
Por su parte, Carlos Palomar, director general de Aepla, ha destacado que en este estudio se realiza un profundo análisis y una radiografía de mucha calidad del sector. En lo que respecta al sector de la sanidad vegetal, Palomar ha comentado que “estamos decididos a trabajar por la innovación, la tecnología y la mejora de la disponibilidad de productos, con el objetivo de incrementar la productividad y generar impacto.
Las cifras que recoge el informe, apuntan a un potencial incremento de la producción agrícola del 11,9% en 2050 y un impacto económico acumulado de unos 73.501 millones de euros (2019-2050), que no nos puede dejar indiferentes”. Desde Aepla están convencidos que para avanzar en las distintas acciones estratégicas que se identifican, es fundamental el rol de la calidad normativa y la articulación de las soluciones por parte de las instituciones.
El secretario de Agricultura, Fernando Miranda, ha apoyado esta iniciativa y ha expresado que “la visión de futuro del informe de Aepla nos permitirá alinear nuestras prioridades y planificar el futuro. Desde el Ministerio, y con la colaboración de todo el sector, debemos poder identificar las necesidades y aportar para cada una, soluciones concretas con la mejor tecnología e innovación disponibles”.
Miranda ha añadido que la Alianza por una Agricultura Sostenible (Alas) y este informe aportan esas soluciones y permiten mirar hacia adelante, en un contexto de futuro en el que la agricultura cambiará profundamente, produciéndose un relevo general y un salto tecnológico. Algo que ha reiterado la directora general de Producciones y Mercados Agrarios del MAPA, Esperanza Orellana, que ha señalado que su tarea es favorecer la innovación, la digitalización, los modelos productivos más resilentes a condiciones climáticas, pero sobre todo, apoyar y defender la ciencia, frente a la magia que está tan de moda.
Construyendo el futuro de la agricultura española
Jordi Esteve, de PwC, consultora responsable del desarrollo del informe, ha explicado que el mundo experimentará una transformación sin precedentes en las próximas décadas, motivadas por megatendencias globales de carácter macroeconómico y geoestratégico. Los cambios demográficos, los cambios en los poderes económicos mundiales, el progreso de la urbanización, la revolución tecnológica o la escasez de recursos y el cambio climático, están teniendo un profundo impacto ya y van a ser la fuente de los principales retos a los que se va a enfrentar el sector agrícola español en el futuro.
Ante esto, Esteve ha destacado la necesidad de un profundo escuerzo conjunto y continuado de los diferentes agentes e instituciones del sector, para establecer objetivos comunes, alinear estrategias y palancas de actuación basadas en la innovación, la apuesta por las nuevas tecnologías, la diferenciación, la profesionalización y la orientación hacia el exterior.
Por otra parte, Pedro Barato, presidente de Asaja, ha manifestado que ‘nuestra agricultura y ganadería supera con nota muy alta los mayores y más estrictos controles de seguridad, calidad, trazabilidad, bienestar animal o niveles de residuos”. Y ha añadido que cualquier dirigente de un país del centro y norte de Europa que quiera hacerse una idea de cómo será la agricultura de su país en diez, veinte o treinta años, solo tiene que venir a España para ver el futuro. “La creciente importancia del regadío, necesidad de optimizar recursos, nuevas variedades con sus distintos tratamientos, lucha contra la erosión y un largo etcétera, hacen de España un escenario idóneo para poder empezar a afrontar el problema y buscar soluciones desde ya”, ha apuntado Barato.
En opinión de Ignacio Senovilla, secretario de Agricultura de Upa, “Alas y las organizaciones que lo forman identificamos hace tiempo que nuestro modelo productivo podría estar en peligro y que nuestro papel en la actualidad y en el futuro es la defensa de la forma de producir que tenemos”. Por ello, ha destacado los parámetros de calidad con los que se produce en España y la situación de liderazgo en el sector. Aún así, ha concluido, que para hacer mejor su trabajo, “Alas necesita el apoyo de todo el sector”.