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Monet Viticultura o cómo conocer el estado sanitario del viñedo desde la palma de tu mano

Monet Viticultura o cómo conocer el estado sanitario del viñedo desde la palma de tu mano

¿Qué necesitas saber para que tu viñedo produzca de la forma más óptima? Esto es lo que se preguntaron los creadores de Monet Viticultura, una herramienta que permite conocer el estado sanitario del viñedo desde cualquier dispositivo conectado a Internet que ya usan una docena de bodegas españolas, entre ellas Finca Museum.

Tres ingenieros de Telecomunicaciones con experiencia en investigación en la Universidad de Vigo y proyectos de aplicación al sector primario y a la industria se dieron cuenta de que existía una oportunidad para “llevar tecnologías ya existentes a un sector en el que, como es el caso del vitivinícola, hay ya mucha tecnificación dentro de la bodega pero poca dentro del viñedo”. Así es como nació Monet Viticultura, según explica Débora Franco, una de las co-fundadoras del proyecto, junto a José A. Gay y David Rey, responsable del área de negocios.

Monet Viticultura es una herramienta cuya finalidad es ofrecer al gestor del viñedo toda la información que necesita para realizar su trabajo diario de una forma sencilla y fácil de consultar, desde cualquier dispositivo con conexión a Internet. Su especialidad son las enfermedades fúngicas y han desarrollado algoritmos para ofrecer la valoración y la predicción del riesgo de que se produzca una enfermedad en el viñedo como por ejemplo mildiu, oídio, botritis y black rot.

 

¿Cómo funciona Monet?

Monet viticultura basa su funcionamiento en la información que se obtiene de estaciones meteorológicas situadas en el viñedo. Llegados a este punto, el viticultor que decide instalar Monet en su cultivo tiene tres opciones que hacen que el precio varíe entre 90 y 170 euros de suscripción mensual, según la modalidad que se escoja y del número de sensores que el cliente desee instalar.

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Monet mide distintos parámetros ambientales para controlar el viñedo.

La primera de ellas es que el viñedo ya tenga instaladas estaciones meteorológicas, con lo cual la empresa gallega valora la posibilidad de adaptar esas estaciones para que envíen los datos a su servidor. La segunda de las opciones es que, aunque no tenga una estación propia, cuente con una estación pública de un servicio meteorológico cerca del viñedo para poder utilizar los datos de la misma para proporcionar los servicios de Monet. La tercera es que no haya ninguna estación meteorológica ni en el viñedo ni cerca del mismo, con lo que sería Monet el encargado de la instalación y mantenimiento de esta estación.

La propia empresa es la encargada de la transmisión de datos desde el viñedo hasta los servidores, gestionan el alojamiento y garantizan la seguridad, integridad, disponibilidad y confidencialidad y los datos obtenidos.

 

Apoyo a la toma de decisiones

Con todo esto, la herramienta ofrece un resumen de información clave que afecta a la calidad de la uva, tales como el número de horas de humedad foliar, la lluvia acumulada o el estrés hídrico de la planta, y se presenta conforme a un código de colores configurable por el usuario para poder así agilizar su visualización. Así, Monet viticultura constituye un apoyo a la toma de decisiones en cuestión de tratamientos fitosanitarios e incidencias en el viñedo, permitiendo llevar a cabo un control exhaustivo de la trazabilidad de la uva.

Además de este servicio y de la prevención de riesgos de enfermedades de la vid, gracias a las estaciones meteorológicas instaladas en el viñedo, Monet también ayuda a la sostenibilidad del cultivo, puesto que al apoyarse en los datos que registra el viticultor puede optimizar el uso de fitosanitarios y justificar adecuadamente su fecha de aplicación, lo que hace que la calidad sanitaria de la uva mejore así como que se reduzca el residuo químico.

Museum, un caso de éxito con Monet

“Ahora mismo trabajamos en doce bodegas, con un total de ocho Denominaciones de Origen en España. En todas las DO Gallegas (Rias Baixas, Ribeiro, Ribeira Sacra, Valdeorras y Monterrey), en Castilla y León en Ribera del Duero y Cigales, en La Rioja y en Navarra”, dice Débora Franco.

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Tomás Jurío, ingeniero agrónomo y director técnico de Museum.

Finca Museum es una de esas doce bodegas que utilizan los servicios de Monet. Situada en Valladolid y acogida a la DO Cigales, trabajan casi 200 ha de Tempranillo, de las que obtienen alrededor de un millón de botellas de vino anuales. Las viñas de las que obtienen su producto rondan los 70 años, con raíces más extendidas, y que llegan a capas más profundas, de donde obtienen el agua, según cuenta Tomás Jurío, ingeniero agrónomo y director técnico de Museum.

En esta bodega utilizan marcos de plantación variados, que van desde marcos tradicionales para las viñas viejas de 2,8×2,8 metros hasta 3×1,5 metros, aunque según Jurío “lo más normal es 2,4×1 metros en formación en espaldera, lo que nos da una densidad de 4.166 cepas por hectárea.

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En Museum trabajan con viñas viejas, que rondan los 70 años.

Empezaron a usar Monet Viticultura en el año 2015 para controlar las principales enfermedades que les afectan: oídio y mildiu. No contaban con estaciones meteorológicas propias en su viñedo, con lo cual tuvieron que instalarlas a propósito para ello. Estas estaciones, “con los algoritmos adecuados, nos facilitan una predicción de las enfermedades más habituales en el viñedo de esta zona”, cuenta Jurío.

“Al margen de disponer de los datos climáticos más comunes, así como de humedad foliar, humedad y temperatura del suelo, al predecir enfermedades esta herramienta te permite ahorrar ciertos tratamientos fitosanitarios, lo cual es una ventaja económica y de sostenibilidad”, explica el ingeniero agrónomo y enólogo.

Una vez detectado el problema, lo controlan con distintos métodos. Para combatir el oídio usan azufre, además de prácticas culturales de manejo de la vegetación como mantener la planta con el follaje justo y los racimos aireados. Para otros problemas como el mildiu recurren a la utilización de los fitosanitarios autorizados para su control.

La mayor parte del viñedo es de secano, pero en una parte han instalado riego por goteo. Se trata de un riego de supervivencia que se aplica en los momentos en que la planta lo requiere. “Con Monet también podemos controlar la humedad del suelo, con lo que podemos optimizar mucho mejor el riego de los viñedos que disponen de este apoyo hídrico, lo que repercute sobre todo en la calidad del fruto”, matiza.

Cuando el vino entra ya en la bodega pasa a unos depósitos con doble camisa de refrigeración que les permite controlar la temperatura del mosto. Además, cada depósito de fermentación individualmente tiene una bomba que permite remontar el mosto y el vino de ese depósito, sin depender de ningún otro.

Con este proceso y el control del viñedo da lugar a unos vinos diferenciados por su origen, “amables, redondos, aterciopelados, con una crianza larga, pero al mismo tiempo estructurados y con color”, dice Jurío.

Control exhaustivo para la calidad final

El control exhaustivo del viñedo al final redunda en la calidad de la uva y ésta en la calidad del vino. Franco afirma que la plataforma tiene utilidad para todo el personal que trabaje en viticultura, desde el viticultor que trabaja el viñedo hasta el bodeguero permitiendo tener una trazabilidad completa del producto.

Monet está en permanente actualización basándose en un conocimiento cada vez más amplio el terreno en el que trabajan y analizando la información que los clientes les devuelven para así poder ir añadiendo funcionalidades a la herramienta y que sea cada día más completa. En este proceso de actualización, estudiarán también algoritmos para hacer la aplicación compatible a otros cultivos, con especial interés en el olivar.