El Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (Cicytex) ha iniciado el proyecto “Prácticas agronómicas innovadoras para mejorar la calidad de los vinos en zonas cálidas frente al cambio climático”. El objetivo es retrasar la maduración de la uva para hacerla coincidir con un periodo estacional con temperaturas más suaves.
El trabajo consiste en aplicar una técnica llamada “forzado de yemas”, con el fin de reiniciar el ciclo del crecimiento del racimo y retrasar así el periodo de maduración. El proyecto se realiza en colaboración con el Irta (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Cataluña). Se evaluará la incidencia de esta técnica de cultivo en aspectos agronómicos y enológicos de la variedad uva tinta Tempranillo en dos zonas vitivinícolas diferentes: Vegas Bajas del Guadiana, en la provincia de Badajoz; y en Lleida.
En los últimos años se ha registrado un aumento de las temperaturas del verano como consecuencia del cambio climático, de forma que, año tras año, se produce un adelanto en las fechas de vendimia. Estas son condiciones climáticas que se dan en buena parte de los viñedos de regiones cálidas, incluidas algunas zonas vitícolas de Extremadura. Este incremento de temperatura durante la maduración de las uvas tiene efectos negativos sobre algunos de los parámetros que determinan el potencial enológico de las mismas.
El proyecto “Prácticas agronómicas innovadoras para mejorar la calidad de los vinos en zonas cálidas frente al cambio climático” aborda esta problemática. Se plantea como una propuesta innovadora para potenciar la competitividad del viñedo en zonas tradicionales de cultivo, en las que el periodo de maduración y recolección coincide con meses de verano cada vez más calurosos. Se trata de conseguir unas condiciones climáticas más favorables para el cultivo y la obtención de vinos de calidad.
Para su realización, Cicytex cuenta con un presupuesto de 120.000 euros, financiados por el Instituto Nacional de Investigación Tecnología Agraria y Alimentaria (Inia).
Según explican el investigador de Cicytex, David Uriarte, el forzado de yemas es una técnica que da lugar a dos ciclos de cultivo en el mismo año, uno inacabado que se elimina mediante la poda de hojas, racimos y las puntas apicales de crecimiento, y un segundo ciclo más tardío con la cosecha de esa campaña. Esto puede provocar un retraso en la maduración, que dependerá del momento en el se realiza el forzado de las yemas.
Por una parte, con este proyecto se pretende determinar el momento más adecuado para realizar el forzado de yemas, y, por otro lado, conocer el efecto de esta técnica sobre la producción y la calidad, comparando los resultados obtenidos con los habituales del viñedo en cada zona.
Uriarte señala que ésta es una técnica innovadora en la que hay que evaluar además la demanda hídrica y las estrategias de riego más adecuadas: previa al forzado y, posteriormente, durante el ciclo de cultivo, que optimice la sostenibilidad de la producción y la calidad de la uva para su vinificación. El proyecto tendrá una duración de tres años pues es fundamental conocer los efectos de la técnica del forzado sobre el viñedo a medio y largo plazo.