La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha señalado que el mantenimiento de la competitividad en el sector hortícola de invernadero pasa necesariamente por dotar a las empresas de la última tecnología, adaptada a las condiciones específicas de producción.
Isabel García Tejerina ha inaugurado esta mañana, en la sede del Ministerio, la jornada ‘Principales retos de la horticultura española de invernadero’, en la que han participado expertos en innovación, en los ámbitos institucional y privado, así como los responsables sectoriales de las organizaciones agrarias y de las asociaciones de productores exportadores y de distintas empresas.
La jornada se encuadra en los trabajos que viene realizando el Ministerio desde hace un año, conjuntamente con el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), con el objetivo de realizar un análisis de los factores competitivos de la producción. La información recopilada en este último tiempo junto con lo obtenido de esta jornada, se plasmará en un informe de caracterización del sector.
En su intervención, García Tejerina ha destacado la gran relevancia económica de la horticultura de invernadero en España, cuya producción es superior a los 2.500 millones de euros, lo que supone el 43% del valor de las hortalizas en nuestro país. En este ámbito, España se sitúa en el grupo de cabeza de los países productores, con una superficie que sólo superan China y Japón.
Además, la horticultura de invernadero genera un gran número de actividades auxiliares de gran impacto en la economía y empleo de las zonas de producción.
Asimismo, la ministra ha subrayado su gran capacidad de exportación, a la que se destina más del 65% de la producción, con un valor superior a los 2.800 millones de euros, en 2016.
Investigación en I+D+i
Por otra parte, la ministra ha destacado la larga tradición de la horticultura de invernadero en España, que ha tenido un fuerte desarrollo gracias a un factor de producción muy favorable (clima, agua y arena), y a los componentes tecnológicos, ya que disponemos de una gran diversidad de invernaderos y de manejos de cultivo. En este contexto, también destaca la influencia de las mejoras relacionadas con el riego por goteo y los avances en los productos fitosanitarios y fertilizantes, así como la capacidad de trabajo, iniciativa, nivel de cualificación y experiencia acumulada de los agricultores.
En el ámbito de la innovación, García Tejerina ha destacado el papel del INIA y del mundo de la investigación. En concreto, la ministra ha mencionado la importancia de investigar en áreas como las tecnologías sostenibles de invernaderos, control y gestión de la fertirrigación, manejo de cultivos, y protección vegetal.
Al mismo tiempo, la ministra ha expresado la necesidad de una mayor integración en el sector para competir en los mercados globalizados y disponer de una capacidad de negociación adecuada. A este respecto, García Tejerina ha asegurado que las Organizaciones de Productores son la figura protagonista de las políticas en este sector, en línea con las que lleva impulsando el Ministerio de Agricultura a través de la Ley de Integración Cooperativa, con instrumentos significativos como la Entidad Asociativa Prioritaria y el Plan Estatal de Integración Asociativa.
Mejora de la competitividad
La jornada ha contado con la participación del director del INIA, Manuel Lainez y del director general de Producciones y Mercados Agrarios, Fernando Miranda, como moderadores de las mesas de ponentes, y del secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas en la clausura de la misma.
El secretario general ha puesto de manifiesto en sus conclusiones la necesidad de trabajar en distintos ámbitos para mantener nuestra competitividad, tales como la mejora de estructuras y cubiertas, el manejo del cultivo, pero también mejorando el conocimiento de nuestro sector y la imagen que de él se traslada. Todo ello de la mano de la I+D+i para lo que se ha propuesto la creación de una plataforma de colaboración público privada en la que identificar y priorizar las necesidades de investigación aplicada en el ámbito de la horticultura de invernadero.
Además, Cabanas ha señalado que ya existen diferentes instrumentos de apoyo de mejora de la competitividad, como son los programas operativos de frutas y hortalizas, los programas de desarrollo rural y los numerosos mecanismos previstos para incentivar la investigación, innovación y transferencia de conocimiento. Para Cabanas resulta preciso analizar en qué medida estos apoyos son capaces de atender las actuales necesidades.